Vuestra opinión sobre Formación Emocional 💙
  • 0 productos

  • ¿Dónde está tu verdadera vocación profesional?

     

    ¿Ya has descubierto tu vocación profesional?

    No es una pregunta extraña, de hecho, una gran parte de mis clientes aún sigue sin saber qué quieren “ser de mayores”. Muchos de ellos estudiaron, encontraron trabajo, un sueldo estable y el tiempo fue pasando.

    Pero a veces la vida te pone en situaciones que te hacen preguntarte si realmente has descubierto tu verdadera vocación profesional. Recuerda que cuando eras un niño tenías muchos sueños y aspiraciones y conforme has ido creciendo los has ido olvidando y muy posiblemente por un conjunto de prejuicios y miedos que has ido creando en tu interior.

    En este post te voy a dar cuatro simples razones por las que seguramente no te has plantado delante del espejo y te has dicho a ti mismo: ¡Yo no quería trabajar de esto, quiero cambiar!

    ¿Por qué ocultar verdadera vocación profesional?

    1. El miedo al fracaso 

    Hace poco hablaba con una chica de 33 años que lleva más de 10 años trabajando en el mismo puesto de trabajo. Cuando acabó su carrera universitaria de Turismo comenzó en la recepción de una conocida cadena hotelera con muchas promesas de promoción interna hacia otros puestos.

    Han ido pasando los años, no ha habido ningún tipo de promoción, ningún tipo de aumento salarial, está cansada de los turnos rotativos y cuando le preguntas: ¿era esta tu vocación profesional? te dice: “no, yo quería trabajar con niños pequeños, de hecho hice un curso de 1 año de jardín de infancia mientras trabajaba en el hotel”.

    Entonces, ¿Qué te impide buscar una oportunidad siguiendo tu vocación profesional? la respuesta es muy sencilla: el miedo al fracaso, al dejar algo seguro e intentar perseguir tus sueños e ilusiones. Da vértigo, lo sé.

    Pensar que no eres lo bastante bueno, que no lo conseguirás, que hay miles de personas que lo hacen mejor que tú, etc… todo esto es sencillamente: miedo al fracaso.

    2. El qué dirán

    Cuantas veces nos hemos encontrado a personas que han estudiado una carrera universitaria simplemente por demostrar a su familia que eran válidos. Esa tan temida aprobación familiar que muchos buscan.

    Estudiar una carrera o dedicarnos a algo porque te lo ha dicho tu familia, porque tiene prestigio social, porque tiene mucha salida, etc…

    Cuando somos adolescentes nos hacen elegir cómo queremos enfocar nuestros estudios o nuestros primeros trabajos, pero nuestra personalidad aún no está desarrollada del todo. En muchas ocasiones se toman decisiones basadas en las opiniones de otras personas y no en función de nuestra verdadera vocación profesional.

    3. Miedo al éxito

    ¿Sabes lo que es tener miedo al éxito? por raro que parezca tiene su explicación.

    Una de las cosas que se esconde detrás del miedo al éxito es la superación continua del ser humano. El miedo a conseguir algo más grande de lo que ya tienes. El miedo a ser un poco mejor, un poco más feliz. El miedo a salir de la zona de confort.

    Por otra parte, personas que saben que van a tener éxito si hacen determinadas acciones o toman una serie de decisiones, se sienten cohibidas por su entorno. Por desgracia no es tan habitual que las personas trabajen continuamente por mejorar y en ocasiones el éxito de una persona hace más evidente la apatía de otros.

    Recuerda, es tu decisión, no la de otros.

    4. Ser modesto

    No es ningún secreto decir que a la mayoría nos han educado para ser modestos. Para callar en vez de decir lo que en verdad tenemos en nuestro interior.

    Todos tenemos talentos, diferentes, pero somos talentosos. Tener talento no sólo significa hablar 7 idiomas, saber dibujar, etc.. también significa tener talento para hacer que las personas se sientan bien a tu alrededor, tener talento para motivar a la gente, etc…

    No nos damos cuenta pero ocultamos nuestros talentos para encajar con la sociedad, antes preferimos decir una y otra vez ¨soy una persona normal, como los demás¨, que reconocer que no lo eres, que eres único.

    Ser modesto significa ocultar nuestras aptitudes o talentos más destacables, pero, ¿no sería mejor si todos nos dedicáramos a aquello que mejor sabemos hacer? Además dedicar a potenciar nuestro talento nos haría más felices.

    “Cuando nos conocemos realmente a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos en nuestro destino.”

    Toma conciencia de tus habilidades y talentos con un proceso de coaching y descubre tu verdadera vocación profesional. No tengas miedo a dar un giro a tu carrera profesional.

     

    Reserva Tu Primera Sesión de Descubrimiento a Precio Especial

    Primera Sesión

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

    ×